La Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) declaró que el 2 de abril fuera designado como “Día Mundial de concienciación sobre el Autismo”, un trastorno cuyo tratamiento en el sistema de salud y en las instituciones educativas de Uruguay es insuficiente.
El objetivo de este Día Mundial es que todas las personas tomemos conciencia sobre la importancia de conocer lo que significa este trastorno del desarrollo neurológico, de cómo apoyar y tratar a estas personas para crear mejores condiciones para su vida cotidiana.
¿Cómo se manifiesta el autismo?
El nombre actual es “Trastorno del Espectro del Autismo” (TEA). Los niños, adolescentes y adultos con TEA tienen dificultades para comunicarse y para interactuar socialmente y comportamientos o intereses restringidos y repetitivos.
Estas dificultades incluyen problemas para iniciar o mantener comunicaciones tanto verbales (conversaciones que impliquen idas y vueltas) como no verbales (con la mirada, los gestos, las expresiones faciales o corporales); dificultades para relacionarse con otros niños (como pueden ser el compartir juegos o el interés por hacer amigos); y problemas para poder ponerse en el lugar del otro (empatía) y compartir intereses, emociones o la atención. Al mismo tiempo, presentan comportamientos o intereses restringidos que incluyen ciertos movimientos repetitivos, la utilización repetitiva de los objetos (por ejemplo, alinear los juguetes) o una forma particular de hablar (repetición de palabras o frases fuera de contexto). Generalmente tienen una marcada inflexibilidad para cambiar las rutinas o esos patrones repetitivos de comportamientos (se angustian frente a pequeños cambios). También pueden presentar intereses muy restringidos en cuanto a su intensidad o foco de interés (preocupación excesiva por objetos inusuales o excesiva perseverancia en un determinado tema o situación) o actuar o responder en forma desmedida frente a los estímulos del ambiente. Estas dificultades causan un problema significativo en el relacionamiento a nivel familiar y social, en los centros educativos o espacios de juego y recreación y, en los adultos, a nivel laboral, con problemas para adaptarse a las diferentes expectativas de las otras personas.
¿Cuándo se manifiestan en un niño estas conductas de su desarrollo como para diagnosticar un Trastorno del Espectro del Autismo (TEA)?
Los Trastornos del Espectro del Autismo se manifiestan inicialmente en los primeros años de la vida pero pueden no expresarse totalmente hasta que el desarrollo neurológico y la demanda social los haga evidentes. El diagnóstico precoz es importante para iniciar los tratamientos pero es complejo por diversos motivos. En primer lugar, porque es un diagnóstico clínico (es decir, los TEA son solo un conjunto de comportamientos y no existe ningún estudio de imágenes cerebrales, genético o de otro tipo que pueda confirmar el diagnóstico). En segundo lugar, porque el desarrollo neurológico de los niños tiene una amplia variabilidad en cuanto a las edades en que los niños adquieren determinados logros y el desarrollo inicial de los primeros meses de vida de los niños con TEA suele ser dentro de lo esperado. En tercer lugar, porque el diagnóstico se basa en la asociación de múltiples características relacionadas con la comunicación social y el comportamiento de los niños: no es suficiente que un niño presente una única característica de las que corresponden a los TEA. En la mayoría de los casos, el diagnóstico se podría sospechar entre el año y los 2 años de edad, y confirmarse entre los 2 y los 3 años, aunque en algunos niños con nivel intelectual normal o superior, el diagnóstico recién se suele confirmar posteriormente.
¿Existen diferentes grados de autismo?
Existen diferentes niveles de severidad según el grado en que se manifiesten las dificultades y la ayuda que requieran a nivel de la comunicación social y de los intereses restringidos y repetitivos. Esta es la razón de incluir la palabra “espectro” en la denominación del trastorno.
¿Qué tan frecuente son los Trastornos del Espectro del Autismo (TEA) en la población?
Las estadísticas a nivel mundial han ido variando con el correr de los años. En nuestro país, aún no se han realizado estudios poblacionales. Actualmente, en los Estados Unidos se describe que uno de cada 68 niños presenta un TEA, pero esa prevalencia varía según el género y los diferentes orígenes étnicos.
¿Los niños con Trastornos del Espectro del Autismo (TEA) asocian retraso intelectual?
Los niños con TEA pueden tener un desarrollo intelectual normal o asociar un trastorno del desarrollo intelectual. Para que un niño con un retraso global del desarrollo o una discapacidad intelectual asocie un TEA, la comunicación social ha de estar por debajo de lo previsto para el nivel general de desarrollo.
¿Se puede determinar la causa los Trastornos del Espectro del Autismo (TEA)?
Algunos niños con TEA asocian enfermedades médicas, ya sean genéticas o ambientales. En la mayoría de los casos, con el estado actual del conocimiento científico, no es posible determinar la causa que provoca el trastorno.
¿En qué consisten los tratamientos para los niños con Trastornos del Espectro del Autismo (TEA)?)
El tratamiento debe ser planificado y adaptado a las competencias particulares e individuales de cada niño con TEA. Las intervenciones terapéuticas consisten en técnicas de aprendizaje y juegos de estimulación de la comunicación, el lenguaje y la modificación de conductas en contextos clínicos, educativos y familiares, tratando de que los niños se motiven a intentar comunicarse y a ampliar sus habilidades sociales.
El tratamiento precoz es importante dado que es más eficaz dada la mayor plasticidad cerebral que posee el niño en los primeros años de vida.
En nuestro país, los tratamientos que se brindan dentro del sistema de salud y las propuestas pedagógicas de las instituciones educativas son insuficientes para la mayoría de los niños con TEA.
Dr. Alfredo Cerisola
Presidente de la Sociedad Uruguaya de Pediatría